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¿Qué son los ingredientes funcionales?

El término “alimento funcional” nace en los años 90 refiriéndose básicamente a la capacidad que tienen algunos alimentos para lograr efectos positivos en la salud del consumidor. Todos los alimentos que consumimos generan impacto en nuestro metabolismo y en los procesos que constantemente nuestro cuerpo realiza, consumir este tipo de alimentos podría llegar a producir un resultado positivo para la salud y prevenir o evitar enfermedades. Los ingredientes funcionales abarcan una amplia gama de productos como elementos de farmacológicos, nutrientes, aditivos alimentarios o simplemente compuestos que los alimentos nos brindan. A continuación, hablaremos de algunos de ellos, aquellas propiedades que se le han atribuido y donde encontrarlos.

Fibra dietaría:

A esta se le atribuyen grandes beneficios para la salud, desde disminuir la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hiperlipidemia, obesidad y diferentes trastornos gastrointestinales, un aumento en el consumo de fibra puede reducir significativamente los niveles de colesterol, mejorar la función inmunológica y disminuir los episodios de constipación. Podemos encontrar gran cantidad de fibra de manera natural principalmente en los vegetales, frutas y cereales integrales, pero a nivel industrial se han desarrollado grandes diferentes tipos de fibra tales como: la goma guar, la pectina, el psyllium, la inulina, la alulosa, los betaglucanos, etc. Actualmente la alulosa y los betaglucanos con utilizados a grandes escalas en la industria, la alulosa tiene un sabor muy parecido a el azúcar, pero no se metaboliza en el cuerpo y no eleva los niveles de glucosa en sangre, los betaglucanos se utilizan para mejorar la estabilidad y elasticidad de las masas; estos beneficios permiten retener la humedad y así sustituir el azúcar.

Antioxidantes:

Nuestro cuerpo constantemente genera radicales libres capaces de oxidar moléculas y generar un estado de estrés oxidativo en el cuerpo, los antioxidantes, por el contrario, evitan estos procesos dañinos estabilizando a los radicales libres. Algunas frutas, verduras, hierbas, especias, cacao y sus extractos muestran una actividad funcional que aumenta el estado antioxidante en el cuerpo. Los principales compuestos antioxidantes que encontramos en los alimentos son los siguientes: Betacarotenos, luteína, licopeno, selenio, vitamina A, vitamina C y vitamina E.

Compuestos bioactivos:

Los compuestos bioactivos son capaces de influir en actividades celulares, fisiológicas y modulando genes lo que genera tras su consumo efectos beneficiosos para la salud de quien los consume. Se les atribuye un papel importante en la prevención de numerosas enfermedades (Cardiovasculares, enfermedad coronaria, infarto cerebral, hipertensión arterial, diferentes tipos de cáncer, neurodegenerativas, inflamatorias, oculares, obesidad, diabetes y osteoporosis). Estos compuestos los podemos obtener de una dieta balanceada algunos de ellos son:

Carotenoides: Se encuentran en las verduras y frutas de color naranja (Auyama, mandarina, zanahoria, mango, etc.) y en las hojas de color verde (acelga, espinaca, rúcula lechuga, etc.)
Fitoesteroles: Se encuentran en los aceites vegetales, legumbres, frutos secos y hortalizas.
Polifenoles y flavonoides: Presentes verduras en general, especialmente las bayas, cebollas, ajo, coles, pimientos, tomate, remolacha o berenjena.
Fitoestrógenos: Encontrados en la soja, legumbres, cereales integrales, frutos secos, zanahoria, brócoli y ajo.

Omega 3:

El omega 3 es una acido graso poliinsaturado, presente principalmente en frutos del mar, pescados grasos, nueces y algunas semillas. Se le han atribuido beneficios como función antiinflamatoria, prevención del cáncer, efectos antidepresivos, reducción de la presión arterial reducción de los triglicéridos y colesterol. Además de encontrarlo en los alimentos mencionados anteriormente lo podemos encontrar en capsulas o en microencapsulaciones (presentación en polvo).

Elaborado por: Mariana Aguirre

Bibliografía:

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