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Nutrición en el adulto mayor

El envejecimiento de la población se asocia a una mayor prevalencia de problemas nutricionales. Los adultos mayores según el Ministerio de Salud y Protección Social colombiano va de los 60 años en adelante, etapa en la cual se tienen un mayor riesgo de padecer malnutrición por diferentes factores como la disminución en la ingestión de alimentos, anorexia asociada a factores psicosociales, problemas masticatorios y de deglución, cambios fisiológicos en la función gastrointestinal, enfermedades crónicas oncológicas y no oncológicas, polifarmacia, depresión, entre otros.

El estado nutricional es el resultado del balance de la ingesta de nutrientes y del gasto calórico proteico para cubrir las necesidades fisiológicas óptimas; las anormalidades de esta condición son consideradas como desnutrición y en el otro extremo el sobrepeso y la obesidad. La desnutrición, el sobrepeso y la obesidad se asocian a un mayor riesgo de morbimortalidad, mayores tasas de infección, aumento del número de caídas y fracturas, estancias hospitalarias más prolongadas, así como, empeoramiento de las enfermedades agudas o crónicas subyacentes y un deterioro general de la calidad de vida.

Dentro de los cuadros de desnutrición en el adulto mayor, la deﬁciencia de micronutrientes como calcio, vitamina D, vitamina B12 y folato puede ocasionar una disminución en la función del sistema inmune.

La intervención más apropiada para el manejo de la obesidad es un asesoramiento dietético acompañado por actividad física, que beneﬁcie al adulto mayor con la pérdida de peso; se logran mejores resultados con una duración mayor a 3 meses en la que se realice ejercicio de 2 a 3 veces por semana.

Recomendaciones dietéticas

Recuerda que la ingesta ideal de agua para mantenerse hidratados es como mínimo 8 vasos de agua al día.
Realiza un consumo habitual de fibra incluyendo alimentos como: verduras, frutas, legumbres, cereales, tubérculos, raíces y plátano no procesados. La OMS recomienda consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras al día.
Evitar alimentos altos en sodio como: enlatados, salchichas, jamón, sal de mesa, sal de ajo, queso, condimentos procesados, salsa de soya, papa fritas de paquete, galletas saladas y palomitas. En vez de estos hacer uso de condimentos naturales como: el ajo, cebolla, hierbas aromatizantes como la albahaca, tomillo, laurel, entre otras.
Controlar el consumo de azúcares refinados los cuales se pueden encontrar en pasteles, tortas y productos procesados, en estos últimos tratar de que tengan una cantidad de azúcares igual o menor a 0.5 g por 100 g de alimento.
Incluir en la dieta alimentos fuentes de vitamina D, para evitar deficiencias de esta, como lo son: salmón, productos de mar frescos, las sardinas o atún en aceite de oliva, el aceite de hígado de bacalao, los huevos, entre otros. Además, se puede complementar en caso de no consumir frecuentemente estos alimentos con suplementos con vitamina D.

Recomendaciones para distintas situaciones

Pérdida de apetito:

Usar potenciadores de sabor como condimentos naturales, ejemplo: cebolla, ajo, tomate, etc.
Enriquecer los platos con: queso rallado, aceite de oliva, frutos secos triturados y clara de huevo

Para ayudar al proceso de ingestión:

Ablandar los alimentos sólidos añadiendo líquidos (leche y caldos para conseguir texturas suaves)
Triturar los alimentos para obtener texturas uniformes
No incluir diferentes consistencias en el mismo plato. Ya que las dobles texturas son más difíciles de tragar, ejemplo: sopa con fideos
Incluir preparaciones como: Purés, pudines, helados, huevos tibios, sopa, crema, albóndigas, etc.
Evitar alimentos como: tostadas, pan y otros cereales secos y pegajosos, pasteles, chocolates u otros dulces que se adhieran al paladar.

Artículo elaborado por:
María Fernanda Ramírez

Bibliografía:

Ministerio de salud y protección social [Internet]. Ciclos de vida. [citado el 4 de abril del 2022]. Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/proteccionsocial/Paginas/cicloVida.aspx#:~:text=6%20%2D%2011%20a%C3%B1os)
Alvarado A, Lamprea L, Murcia K. La nutrición en el adulto mayor: una oportunidad para el cuidado en enfermería. Scielo [Internet]. 2017 [consultado 4 de abril del 2022]; 14. disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-70632017000300199